26 de enero de 2008

Hoy debería ser un día alegre

Hoy debería ser un día alegre porque nos reunimos todos los que aún estamos aquí pero echo de menos a mi dolorcilla...¡cómo te echo de menos, abuela!

Sé que hubiéramos ido a tu casa a implorarte que te vinieras a cenar con nosotros y tú, como siempre, dirías que eras mayor y no querías molestar pero gracias a la ayuda del abuelo te hubiéramos convencido. Desde que tú no estás me falta la mitad de mi vida; sí sé que esto algún día tendría que ocurrir pero jamás se espera una ese momento en el que no podré volver a besarte, a tocar tus manitas, a mirarte mientras te cepillas una y otra vez... porque eso sí no perdiste en ningún momento las ganas de presumir.

Sé que no te gustaría verme así ni a ninguno de los que hoy lloran pero es que dejaste un hueco tan vacío en nuestras vidas que como dice tu hija ¡qué dolor tan grande nos has causado!.

Sé que dónde estés nos mandarás todas las fuerzas para poder soportar un año más sin verte, para seguir con nuestras vidas aunque sigamos llorando día tras día.

Hoy debería ser un día alegre...

 

24 de diciembre de 2007

No hay comentarios:

Publicar un comentario